jueves, 17 de septiembre de 2015

Lisboa, cuatro días, tres noches. Día 3. Sintra

Después de varios días sin poder publicar con la vorágine de la vuelta al cole, retomo el relato de nuestra experiencia en Lisboa. 
El tercer día lo dedicamos a Sintra. Merece la pena pasar un día allí, es ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad y absolutamente recomendable, preciosa.

Centro de Sintra

Sintra se encuentra a unos 26 km de Lisboa. Como ya os dije en las entradas anteriores, íbamos dos familias. En esta ocasión también nos desplazamos hasta la villa eligiendo dos opciones diferentes. Los primos fueron en tren y nosotros fuimos en coche. Los dos medios de transportes son muy válidos para llegar a la ciudad y la duración del viaje es aproximadamente la misma (unos 5 ó 10 minutos más en tren).
El tren es barato (2.15 €) y, una vez en Sintra, hay que coger un autobús para subir a los monumentos que están en la montaña: Palacio da Pena y Castillo (Castelo dos Mouros).También para llegar a los monumentos más alejados: Palacio de Monserrate y Convento dos Capuchos ( éste último a unos 12 km en las afueras del centro)
En coche: el recorrido es ágil, está todo muy bien señalizado y es fácil y económico aparcar en el mismo centro (Hay aparcamientos en las calles regulados por pago de tickets.
Cuatro horas de aparcamiento: 2 €). 

Fachada y ventanal en el centro. Sintra.


Las recomendaciones que llevaba desde casa:
 (¡benditas amigas!,¡gracias, Lourdes H!)

1.- Visitar la villa, toda llena de casas maravillosas, como sacadas de un cuento, y los alrededores (espectaculares ambos). En el centro justo de la ciudad: El Palacio Nacional de Sintra. 
2.- Quinta da Regaleira
3.- Palacio da Pena
4.- Convento dos Capuchos
5.- Palacio de Monserrate ( éste lo había visto en Pinterest y, aunque no sabíamos nada de él, lo incluimos en la lista)
6.- Castelo dos Mouros

Castelo dos Mouros
 
Mucha tela para un solo día, así que, al igual que hemos hecho con Lisboa, había que priorizar en función del tiempo del que disponíamos y tocaba elegir.
Sintra fue escogida como lugar de vacaciones de los monarcas portugueses sobre el siglo XV y por eso hay tanta abundancia de castillos y palacios en una villa no muy grande. Este hecho también hizo que personas de la nobleza se construyeran allí sus residencias de verano, con lo cual son muchas las magníficas quintas que se pueden ver en las afueras sobre todo.


Palacio da Pena. Sintra. Portugal.

Lord Byron, que vivió allí atraido por el encanto de la ciudad, la definió como un edén y dijo de ella que "puede que sea el pueblo más bonito del mundo" 

Bueno, ¡empezamos la visita!

Aparcamos en pleno centro en una calle junto al Palacio Nacional y lo vimos, pero solo por fuera. Dimos un paseo por las callejuelas, llenas de encanto, y fuimos a la Oficina de Información Turística.
Con el plano ya en mano (del que hablo en Instagram, ya que lo voy a usar para hacer decoupage porque es ideal. Podéis ver la foto en mi perfil de Instagram)  , empezamos a organizar la lista por orden de preferencias y en función del tiempo y distancias a las que se encontraban.
Un inciso: Sintra está totalmente rodeada de bosques, el paisaje que la rodea es fantástico y los caminos que se dirigen a las afueras son un precioso paseo del que disfrutar en cada paso. Esto hace que el clima varíe en muy poquitos metros: en el centro hacía solazo cuando llegamos y a solo unos metros todo es sombreado por los altísimos árboles y con la típica neblina y humedad de los bosques. De manguita corta pasamos, a medida que nos alejábamos del centro, a jerselito fino, cazadora vaquera y foulard. En cuestión de minutos.
Prioridad para nosotros:  la Quinta da Regaleira, por ser algo tan distinto a todos los monumentos que se puedan visitar en otros lugares. Hay colas para entrar, pero se avanza relativamente rápido. Hay modalidad de entrada familiar, incluye padres y los hijos en su totalidad. Se llega hasta ella andando desde el centro, por un camino precioso-precioso.

Quinta da Regaleira. Sintra.

En esta visita empleamos 4 horas. La quinta es el resultado de la obsesión de un aristócrata por todo lo místico, la masonería, la religión, el ocultismo, los rituales de iniciación... 
En las habitaciones hay paredes que se desplazan y son en realidad puertas secretas, los suelos en algunos puntos son de cristal y parece que las habitaciones flotan, los muros y torreones están esculpidos con símbolos de las distintas obsesiones que le rondaban en su cabeza, hay túneles subterráneos por todas partes que unen las distintas zonas de la casa y jardines... 

Hortensias en los jardines de Quinta da Regaleira

De utilidad: llevar linternas. La mayoría de estos túneles son poco más anchos que una persona y de poca altura y están excavados directamente en la roca y no disponen de luz. Tanto en los túneles como en las distintas pozas está prohibido usar el flash, así como en el interior de la vivienda.
Nosotros no llevábamos linternas ni móviles con luz potente, así que ¡a pelo!, ¡más divertido, ja, ja, qué impresión!

Entrada a uno de los túneles de la Quinta da Regaleira

 Los jardines de la quinta son impresionantes, de una belleza extraordinaria. Pasillos, arcos, torreones, paseos, especies vegetales de todo el mundo, estanques... Destaca en ellos la Capilla (en su planta baja descubrimos el primer túnel subterráneo, que lleva hasta un torreón) y la Fuente de la Regaleira (abundancia).

Fuente de la Abundancia. Regaleira. Sintra.

Y, por supuestísimo, el famoso pozo iniciático, que se puede recorrer por unas escaleras espirales  interiores de arriba a abajo. 

Pozo iniciático. Quinta da Regaleira.Sintra

Todo en la quinta tiene una simbología y sería larguísimo explicarlo aquí. Os recomiendo que googleéis o leáis sobre ella. Muy interesante. 
Después de estas cuatro horas andando sin parar por toda la quinta y sus jardines, subiendo y bajando escaleras de vértigo, ¡a comer! 
Comimos en el centro y despúes de comer una visita obligada: La fábrica de pastelería Piriquita, imprescindible para tomar los exquisitos dulces típicos:  queijadas y travesseiros.
Después de este descanso, nos pusimos en marcha de nuevo. Esta vez cogimos el coche para ir al Palacio de Monserrate, un poco más alejado del centro (Previo recorrido por los alrededores de la villa y algunas calles que no habíamos visto en la primera vuelta andando).

Entrada al Palacio de Monserrate. Sintra.

El edificio del palacio se rodea de un espectacular jardín botánico con especies traidas de todos los puntos del planeta. 
El palacio en sí es una maravilla arquitectónica. Las cuatro horas de la visita anterior, la vuelta por el centro de la villa, los paseos por los bosques y la salida de Lisboa (fuimos parando en distintos sitios que queríamos ver) nos habían dejado a todos sin batería en las cámaras, una pasada de fotografías dan fe de ello. Así que en el Palacio solo nos quedaban los móviles para las fotos y, bueno, la cámara de una de las niñas.
Aquí hay que ir mirando hacia arriba, abajo,  a los lados...los techos, suelos, paredes, ventanales, puertas, escalinatas, todo-todo es espectacular.

Detalle del estucado de una de las estancias del Palacio de Monserrate

En cada habitación y en los distintos pasillos el estucado de las paredes, con motivos florales y geométricos en su mayoría, es diferente a los del resto de las estancias.
Un trabajo minucioso y perfecto.

Palacio de Monserrate. Estucado con motivos florales. Sintra.

Salón del Palacio de Monserrate con detalle del techo. Sintra

Los techos son de gran riqueza ornamental, la zona destinada al servicio, en la planta baja, incluye una cocina que es adorable, con todos las cacerolas y moldes de repostería de cobre, y azulejos en las paredes. Una maravilla.
Se aprecia la influencia de la cultura árabe y los arcos de ventanales son claramente de estilo gótico.
La escalinata de subida, impresionante, los suelos también.
Hay que estar pendiente de todos los detalles.
Tampoco dejan usar flash en el interior.

Ventanal de estilo gótico En Palacio de Monserrate. Sintra

Cuando se sale al jardín, se pierde la noción del tiempo. Inmenso y diferenciado en zonas, hay una rosaleda de grandes dimensiones, un jardín mexicano, cascadas en las que da gusto oir el sonido del agua.Divina la balaustrada que rodea la casa, con sus grandes macetones de piedra en forma de copas poniendo las primeras notas de color con sus flores.

Vista del Palacio de Monserrate desde una zona del jardín. Sintra.

Nos encantó la capilla. Hoy en día está semi derruida, solo quedan los muros, y todo el interior ha sido ajardinado y el exterior literalmente invadido por los árboles y vegetación, dándole un aspecto encantador. 

Capilla del Palacio de Monserrate, semiderruida en la actualidad y ajardinada en su interior

En el palacio apuramos hasta la hora de cierre, ya de noche practicamente.

Jardines del Palacio de Monserrate. Sintra.

Queda pendiente volver para visitar los lugares que teníamos previsto hasta completar la lista que puse al principio.
Vuelta a casa en Lisboa, oyendo música portuguesa en el coche. 
En la próxima entrada os cuento el cuarto día en Lisboa y la vuelta a casa... con mucho más.

Todas las fotos de este post han sido tomadas por mí o miembros de mi familia. Si quierescompartirlas, gracias por hacerlo enlazando a este post y/o mencionando @estilosofismo , Estilosofismo o #estilosofismoenLisboa. 
Todo el texto está también protegido bajo licencia.

Hay más fotos, ya sabéis lo difícil que es seleccionar las que poner en cada post para hacerlo ameno. Si queréis ver el resto, están o estarán proximamente en Instagram y Pinterest.

Muchas gracias por leerme, comentar y compartir.
Besos,
Sofía