Gestos imprescindibles para decorar con éxito

Hoy en día es fácil decorar toda una casa preciosa con una sola visita a Ikea. Eso no es sinónimo necesariamente de decoración de éxito. Una casa puede ser cualquier piso piloto, decorado asépticamente, con el que hacerse una idea de posibles disposiciones de los espacios, número de muebles que debes tener, capacidad de almacenaje...lo suficientemente atractivo para invitarte a comprar la vivienda, como impersonal para que guste al mayor número de compradores.

Para decorar con éxito es fundamental convertir esa casa en un hogar.

Un hogar es otra cosa. Debe reflejar el estilo y la personalidad de cada uno de las personas que viven en ella. Además debe ser funcional. Bonita y práctica. Que resulte acogedora, el lugar del mundo donde te encuentres a gusto, el refugio al que estás deseando llegar después de un agotador día trabajando, donde pasar horas de tranquilidad leyendo u oyendo música, donde recibir a tus amigos, a la familia.

Hoy te digo los que, para mí, son gestos imprescindibles para conseguir una casa bien decorada.

En épocas de democratización de la decoración, en las que la característica principal es la uniformidad, es fundamental buscar la diferenciación, darle el toque personal. 

Para conseguirlo, puedes recurrir a la customización (tuneo, makeover, transformación) de lo que ya tienes por casa. Puedes por ejemplo,  conseguir un aire totalmente diferente para una cómoda dándole una capa de pintura. Con la pintura a la tiza o chalkpaint tan de moda hoy en día, no es necesario el proceso de lijado, solo tienes que pintar sobre el mueble limpio y, a veces, con una capa de pintura es suficiente.

Mueble pintado a mano: Segunda Época

Arriesga: el éxito de la decoración se basa sobre todo en el riesgo. Con riesgo me refiero a empapelar una sola pared de casa con un motivo llamativo, no a que pongas el secador cerca de la bañera (jugamos sobre seguro). Otra forma de arriesgar es mezclar estampados muy distintos y que el resultado sea agradable. Puedes mezclar una mesa de centro clásica inglesa con un kilim étnico y conseguir un efecto de lo más espectacular.

Añade cosas de mercadillos, de anticuario, de herencia, de tiendas de segunda mano... Un simple detalle en una estantería la hace totalmente diferente.

Ve añadiendo detalles a lo largo de tu vida, cambia pequeños detalles según las estaciones. Me gustan las casas que van evolucionando con las personas, que se adaptan al paso del tiempo. Es sorprendente lo que cambia un salón cuando se cambian las fundas de un par de cojines.

Busca texturas diferentes, juega con las transparencias y los objetos opacos, contrasta lo sólido con lo liviano, los materiales fríos con la calidez de los materiales naturales. Flores frescas en jarrones de cristal sobre un mueble metálico, una manta gustosa sobre un pouf de cuero, un cesto con frutas sobre un mueble de aspecto pesado...

Busca objetos de artesanía, son una apuesta segura, imprimen carácter. Las posibilidades son ilimitadas, siempre habrá una pieza que se adapte a tu gusto

Emplea objetos que te definan, que hagan tuyo un rincón. Recurre a las colecciones, a piezas que hagan de hilo conductor en toda la casa. Por todas partes en casa tengo cristalitos verdes, caracolas marinas y pequeñas piezas de azulejos desgastados por el mar, todo recogido en mis largos paseos por la playa, muy significativos para mí.

Colección de opalinas: Las Tiendas de San Enrique

¿Qué tal alguna pieza de arte? No es necesario que compres un Picasso. Una pequeña acuarela de un pintor emergente, un paisaje al óleo encontrado en un mercadillo, láminas de edición limitadas que puedes encontrar incluso con el presupuesto más bajo que tengas en mente. Un dibujo de los niños enmarcado con un paspartú y un  buen marco puede quedar genial en tu galería personal. 

Mezcla diseño con funcionalidad. Busca una lámpara de rabiosa actualidad, no te la juegues con el sofá, ahí necesitas estar a gusto.

Objetos traídos de viajes. Decoradora: Elena Guereta

Compra en tus viajes algo, que se salga del típico souvenir, que te haga revivir cada día la emoción de los lugares que visitaste. Una pequeña bandeja tallada a mano por artesanos traída de África puede servir para dejar las llaves en la entrada al llegar a casa, un tapiz indio le dará un toque exótico a un rincón anodino.

Y, sobre todo, deja objetos cotidianos a la vista, que se note que hay vida en la casa. El libro que estás leyendo, un sombrero, una agenda, un costurero, unos bolígrafos sobre el escritorio...no escondas la esencia.  

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Gracias por leerme, comentar y compartir.

Besos,

Sofía